Según la experta, actualmente los productores centran sus esfuerzos en hacer frente a las enfermedades que sufren los camarones como resultado de las condiciones estresantes a las que se ven sometidos durante el ciclo productivo. Esto da pie a numerosas enfermedades infecciosas que deben ser tratadas con las estrategias adecuadas.
Entre estas estrategias, las preventivas son las que mejor ayudan en los esfuerzos para mejorar la sostenibilidad de la producción acuícola, ya que mantener una buena bioseguridad se traduce en reducir la posibilidad de que las enfermedades causadas por patógenos aparezcan en primer lugar. Sin embargo, se debe tener en cuenta que un buen programa de bioseguridad no garantiza la ausencia de estas enfermedades, por lo que preparar al animal para hacer frente a este tipo de desafíos es vital.
Meissa Topete, de Olmix Group, durante SIMCAA 2019.